domingo, 23 de septiembre de 2012

No me interesa por quién votas, basta de pendejadas… VOTA¡¡¡



Desde hace días, por no decir años, quería escribir algunas líneas por lo que se viene en Venezuela. Seguro alguno de los lean esto, saltaran a criticar y ponerme etiquetas así que estaré preparado para lo que sea.

Nuestro país sin lugar a dudas es el país más bello del mundo. Dios nos ha premiado con todo lo necesario para ser felices, lo malo es que nunca le prestamos suficiente atención a lo que Dios nos dice o nos trata de decir.   Siempre, sea el Dios que sea, al final es el mismo y único Dios, hacemos todo lo posible por no ver las señales que nos da. Los venezolanos siempre andamos buscando El Mesías que venga y nos salve de lo que estamos viviendo, siempre nos acordamos de Santa Bárbara cuando llueve, pero muchas veces cuando nos piden actuar, participar, incorporarnos, simplemente alegamos, ponemos como excusa, “yo no tengo tiempo”.

El 7 de octubre tenemos otra oportunidad para salir a expresarnos, para salir a Votar, tenemos la oportunidad de salir a decidir el destino de nuestro país. Sí como lo leen, “salir a decidir el destino de nuestro país”. A cada uno le tocará asumir su responsabilidad y escoger la propuesta que más le convenza y en la que más crea. Lo bueno sería que cada uno de los que tienen el derecho a elegir, lo hiciera pensando y no con el estómago, lo hiciera analizando las propuestas, estudiando las oportunidades y buscando la alternativa más coherente.

No sigamos cometiendo los mismos errores del pasado, de irnos a la playa, a la montaña o al campo, justo el 7 de octubre de 2012, justo el día de las ELECCIONES. No sigamos esperando que baje el hijo de Dios, El Mesías, para que arregle lo que usted considere que hay que arreglar. No sigamos jugando al “no me importa, total sin mi voto igual ya ganó”. No busque excusas tales como “total ya el CNE sabe quien ganó”, por Dios, no busque excusas.

Tu Voto es importante, sea por la propuesta que sea, por Dios Vote y sabe por qué, porque si no, estará dejando la decisión, su decisión, en manos de otra persona; estará haciendo lo que seguramente después saldrá a criticar “cómo es posible que ese haya ganado”, mire que después no hay Santo pueda hacer lo que usted no hizo simplemente por flojera, negligencia o por cualquier calificativo que con toda deshonra se ganará.

Si aun con todo y lo que usted ha vivido o con todo lo que aspira vivir, decide dejar en manos de otro el destino de sus hijos, de su familia y de su país, no venga entonces a quejarse por el resultado del proceso, asuma con toda la indignidad (hasta para ser irresponsable hay que tener dignidad) su decisión.

Por allí han dicho que Venezuela se juega su futuro en estas próximas elecciones, estoy seguro que eso es así, es una verdad tan grande como el Lago de Maracaibo, como el Cerro Ávila (me cuesta llamarlo de otra manera), tan grande como el inmenso cielo azul que Dios nos regala todos los días cuando gracias a Él lo podemos ver.

Venezuela se está jugando su futuro, es una frase medio panfletaria que cambiaría por algo así como: los venezolanos se juegan el futuro de su país. No me interesa por quién vote usted, de verdad no me interesa, yo estoy claro por quién lo haré, aquí la cuestión es Votar. No me interesa si al final de estas líneas algunos pretenden abrir un debate político, pues al final Votar es un acto político, lo que no me interesa para nada es si usted elije un Camino con el Corazón en la Mano o decide ser Majunche, Escualido o Chavista, no me interesa y por favor no insista. Yo tengo bien claro que haré frente a esa máquina el domingo 7 de Octubre de 2012 y lo que haré será Votar. Te reto a que no hables tantas pendejadas y también hagas lo mismo, por quien te de la gana, pero Vota…    por allí nos vemos

miércoles, 15 de agosto de 2012

Adiós Londres…bienvenidos golpes de pecho


Una interesante clausura, un paseo por lo mejor de música producida en el Reino Unido con un toque de glamour incluido, fue el marco para decir adiós a los Juegos Olímpicos, Londres 2012.

La fiesta de despedida también sirvió para recordar a los grandes como Freddy Mercury, vocalista de Queen (no de The Beatles, por Dios), Jhon Lennon y su Imagine, el regreso por una noche de las Spice Girl, luego de un año fuera de escenas, George Michael y pare de contar. Sublime fiesta de clausura.

El final también sirvió para dar la bienvenida a la cuenta regresiva para Río de Janeiro 2016. Por cierto que me dejo un raro sabor en la boca el inicio de esa presentación con un hombre negro disfrazado de barrendero bailando samba (de verdad me dio mala espina eso), menos mal que llegó O Rey Pelé y se me pasó el mal pensamiento.

Hasta aquí todo de acuerdo al libreto, pero ahora ya sabemos lo que viene. Se abre un nuevo ciclo para la preparación de los atletas y antes de eso, vendrán las reuniones, las mesas de trabajo, las radiografías, los dimes y diretes, en fin la evasión de responsabilidades por lo que fue y no pudo ser en la participación de nuestros atletas.

Más de lo mismo, que si el Comité Olímpico tuvo la culpa, que si el Ministerio del Deporte, tuvo la culpa, que si Cadivi, que si las entradas, que si las lesiones, que si el entrenador (el que fue y el que no fue), que si esto que si aquello. Total puras excusas y allí están los resultados: 1 medalla y 9 Diplomas Olímpicos.

No se cuándo vamos aprender que a ese tipo de competencias (a ninguna mejor dicho) se puede ir con puro corazón, con puras ganas, con puros sueños. Corazón de sobra tienen nuestros atletas pues si no fuera así, ni de casualidad lograran lo que ellos, ELLOS, logran cuando se colocan la bandera nacional en su cuerpo o en su pecho como ustedes quieran.

Aquel que nunca en su vida ha sido atleta, no tiene ni idea de lo que ellos viven o dejan de vivir para estar allí donde están; número uno del mundo, entre los 10 mejores del mundo y hasta estar en el desfile inaugural de unos juegos olímpicos.  Los atletas se lo han ganado, se lo han sudado y todo gracias al corazón y a sus habilidades en las disciplinas que eligen.



Señores no es fácil estar en la elite del deporte, por algo se llama elite (no me desvíen la cosa que estoy hablando de deportes, allá aquellos que a realazos compran el puesto). La idea no es victimizar a los atletas, pues ellos decidieron ser eso, atletas. La idea es reconocer lo que han logrado y sentirnos orgullosos de ellos pues dejan en alto el nombre de nuestro país en cualquier rincón del mundo. Ahhhh que son rojos, verdes, blancos o el color que sea, eso es otra cosa y eso es problema de cada uno de ellos y de su conciencia.

Criticarlos por sus posturas es caer en lo que muchos critican y entonces es más de lo mismo. Su posición personal no le va quitar el color a la medalla o le va borrar las letras al Diploma, no le va quitar sus habilidades y destrezas y mucho menos el puesto que “con el sudor de su frente” se han labrado.

Lo que si es inaceptable es que grupos se quieran adueñar de una victoria, de un logro, por el que no han trabajado o les han puesto todas las trabas posibles para bloquear el camino que ellos se han ganado. No es posible, sea de quien sea la responsabilidad, que por un miserable boleto, nuestros atletas pierdan la concentración, por la falta de su entrenador de toda la vida, a ese nivel, un atleta se presente solo a la competencia. Eso es inaceptable.

No es posible que días antes de la fecha de inauguración, los atletas hagan uso de las redes sociales para “exigir” la asignación de los recursos para su preparación. No es posible.

No es posible que un atleta llegue a los JJOO lesionado y la delegación se entere el día de la competencia. No es posible.

Ahhh sin contar con lo que pasó con el Tae kwon Do que desde que se inicio como disciplina de exhibición nos dio medallas; ni siquiera pudo llevar representación a la cita londinense y el Polo Acuático que ni pudo salir de Maiquetía a buscar su cupo a los Juegos y ahora hasta suspendido está.

Así dudo que sigamos acumulando medallas en la cantidad que soñamos, dudo que la cosecha en Juegos Olímpicos siga creciendo como la de Colombia por ejemplo y estoy seguro que seguiremos dependiendo del inmenso corazón, el orgullo y la garra de esas muchachas y muchachos que dejan todo, sí todo, por representar a nuestro país en cualquier parte del mundo.

A ellos, los atletas venezolanos, mi respeto y mi agradecimiento y si son o no rojos, blancos, verdes, azules o lo que sea, es su problema y allá ellos con su conciencia.

jueves, 26 de julio de 2012

A la Caracas que no extraño


Caracas está cumpliendo 445 años y nunca me hubiese parado a escribir nada de ella, pues a pesar de que fue la ciudad donde nací, solo me motiva lo que extraño a mi familia y al majestuoso Cerro Ávila, que me niego llamarlo Wuarairarepano (y que me perdonen mis ancestros indígenas).

Sí, es la capital de Venezuela y sí, está cumpliendo años, pero ¿cómo voy a extrañar una ciudad que para ir de un lado a otro te toma más de una hora?, ¿cómo voy a extrañar una ciudad que cada día es la prueba más clara de la polarización que existe en Venezuela? pues una cosa es de Plaza Venezuela al Oeste y otra es de Plaza Venezuela al Este o el Suroeste, como le quieran llamar.

Algunos se han empeñado en dividir a Caracas en una ciudad con habitantes, sin tener claro quienes, son de primera y otros son de segunda. Algunos se han empeñado en castigar a los que piensan distinto y los que piensan distinto a ver a los que no piensan como ellos, como enemigos y “potenciales invasores”.

Ya ni en el Metro se está en paz, muy lejos quedó aquello de sus inicios, donde los caraqueños que atravesaban la ciudad, asumían una conducta digna del primer mundo al descender las escaleras mecánicas que funcionaban. Ahora, por eso cuando visito Caracas, ni lo uso. Allí se refleja lo que es Caracas hoy.

No voy a negar que extrañe algunas cosas, pero muchas de ellas son del pasado, un pasado que como tal allí siempre estará. Extraño mis días en Radio Difusora Venezuela y cuando salía de la guardia y me podía ir hasta Sabana Grande y caminar descalzo hasta Chacaito, si como lo leen descalzo, sin zapatos, con ellos en la mano, para tomar la camioneta que me llevaría hasta El Hatillo. Extraño el Cineauto La Boyera, los de El Cafetal (no se dice del Cafetal ok), extraño mi colegio La Salle Tienda Honda, extraño mis años en la Casa que Vence las Sombras, mi amada UCV, extraño RCR, Jazz 95.5, pero lo que más extraño de todo, es a mi Leya (mi abuela paterna, mi mamá).

Con mi Leya recorrí las calles de Caracas, conocí el Teatro Municipal, La Catedral, La Plaza Bolívar, la esquina de La Pelota (allí estaba un almacén donde había muchos juguetes), La Candelaria y ni que hablar de los planes vacacionales en el Teatro Tilingo (cerrado este año) en la Biblioteca Mariano Picón Salas del Parque Arístides Rojas donde descubrí mi pasión por la radio y por lo que es mi vida…el Periodismo.

Hoy al cambiar el Ávila por el bello Lago de Maracaibo, lo poco (aunque la verdad es mucho) que extraño de Caracas, es mi familia. Aunque hable todos los días con mis tías, chatee con mi papá y de vez en cuando con mi hija Alejandra, y mucho menos con mi chamo Samuel, es lo único que extraño de Caracas, pues no puedo extrañar el caos, la polarización, el desorden, el empeño de algunos que aún dicen “Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra”.

No puedo extrañar que algunos se empeñen en destruirla y promuevan la construcción de adefesios y derriben la historia como si con eso la fuesen a borrar. No puedo extrañar que si vives en tal o cual lugar eres mejor o peor persona. No puedo extrañar que si no estas en tal o cual “bando” eres un traidor, un vendepatria, un lo que sea. No puedo extrañar nada de eso.

Aunque no extrañe nada de lo que tiene Caracas, igual le deseo cumpleaños feliz y desde lo más profundo de mi corazón espero que nunca le quiten el Ávila, no sólo por ser un pulmón vegetal, sino por lo que significa en la mente y en el corazón su imagen, para los que tomamos otro camino en busca de la felicidad.

jueves, 21 de julio de 2011

Ahora es que hay Vinotinto


La historia apenas comienza, es verdad que casi 30 millones de venezolanos estaban unidos, por cierto cómo hace mucho que no pasaba en el país, alrededor de su selección mayor de fútbol conocida como la Vinotinto, la gran diferencia de esta historia es que casi llegamos a la final, hablo de la focking Copa América.
Lo primero que tengo que hacer, y lo hago como periodista, como hombre y sobre todo como venezolano, es reconocer lo que me había costado desde hace 50 partidos, el trabajo de César Farías frente a la selección demostró que las cosas se están haciendo bien.
Esto no quiere decir que voy a cambiar mi posición sobre la forma como él ha venido manejando la selección criolla. Voy a seguir diciendo lo que he dicho siempre, todo esto lo comenzó el Profesor Richard Páez cuando nos comenzamos a sentir vinotinto, cuando nació un sentimiento en muchos que antes ni sabían qué era el fútbol, menos qué era la Vinotinto, otros incluso al referirse a ella decían “juegan como nunca y pierden como siempre”.
Aquí en esta Copa quedó en evidencia que los que van a disputar el tercer lugar sí son las mejores selecciones, sí son las que han respetado el fútbol. Y por qué lo digo, pues a pesar de todo lo que ha hecho siempre la Confederación Suramericana de Fútbol, la Conmebol, para evitar que los mal llamados pequeños crezcan, quedó en evidencia que se está haciendo un trabajo tanto en Perú como en Venezuela.
No pretendo convertirme ahora en Vinotintólogo, para nada, sólo quiero expresar lo que siento en este preciso momento con lo que ha hecho nuestra selección de fútbol a pesar del arbitraje, a pesar de los cambios de horario en pleno torneo, lo que siento es orgullo y el sueño repotenciado de que ahora sí estamos en el camino de un mundial, el Mundial Brasil 2014.
Espero, mejor dicho no espero, exijo que todo lo que se vivió en estos días de focking Copa América en torno a la Vinotinto, continúe a lo largo de las eliminatorias y es más que se extienda a todos los ámbitos de nuestras vidas. ¿Hasta cuándo desencuentros? ¿Hasta cuándo enfrentamientos absurdos? cuando al final del día este bello país, esta bella tierra, es de todos los venezolanos y aquí cabemos todos.
Ya basta de andar separados, ya basta de discusiones absurdas, ya basta de perder nuestro país en manos de extraños… coño ya basta¡¡¡
Nuestra Vinotinto merece eso, unión, paz, tranquilidad y mucho trabajo para llegar dónde todos queremos… el Mundial. Los jugadores dieron todo en el terreno, se ganaron el respeto y el resto de los venezolanos no podemos seguir en el camino que estamos, si queremos ir al Mundial tenemos que pensar como campeones mundiales, ya basta de seguir siendo la cenicienta y en esta focking Copa América quedó demostrado de lo que somos capaces los venezolanos y como lo dice el Profesor Farías (ya le puedo decir así pues), Venezuela se respeta.
Las últimas líneas las voy a dedicar a los jugadores, no a los pueblos, de Argentina, Chile y Paraguay. Desde lo más hondo de mi alma les digo que con todo y sus participaciones mundialistas, con toda su experiencia en las ligas del mundo, ahh donde por cierto también tenemos jugadores Vinotinto, dan pena, dan lastima, dan asco, pues apelar al juego sucio, irrespetar al rival y después caerse a besos demostrando su afinidad sexual (con el perdón de los homosexuales dignos), no es sino una prueba más que hoy no son nada y que tendrán que trabajar muy duro para llegar al Mundial, eso sí jugando fútbol, no apelando a manejos dolosos de sus dirigentes, a árbitros vendidos y por si fuera poco, a los golpes fuera del terreno… por allí nos vemos.
PD: disculpen los que me leen por el uso de algunas palabras subidas de tono, pero el momento lo amerita o lo que es lo mismo la arrr… es muy grande… Viva nuestra Vinotinto¡¡¡

miércoles, 13 de julio de 2011

La Culpa si es de la vaca

No crean que les voy a recomendar ese libro de autoayuda o algo por estilo, no y es no, pues no soy amigo de ese tipo de lectura; pero como siempre digo, respeto a todo aquel que le gusta y que incluso aplica todo lo que ese tipo de texto trae.
En esta entrega quiero hablarles o mejor dicho escribirles de una vaca, disculpen pero no me dio tiempo de preguntar su nombre, así que en adelante la llamaré simplemente “la vaca”. Antes de contarles las razones del por qué me dio por escribir de “la vaca”, tengo que decirles que la culpa fue de ella pues por andar fuera del corral tuvimos que decidir si “ella o yo”, o peor para ella y mejor para mi, si era “ella o nosotros”.
“La vaca”, como siempre, estaba por allí de su cuenta y sin nadie que aparentemente la gobernara, realenga pues, como dicen, como si con ella no fuera la cosa, se paseaba al costado de la carretera con su tremendo tamaño y sus manchas negras, insisto, como si fuera la dueña de todo y esclava de nada. Para más señas, muy parecida a la que aparece en el pote de leche Klim, para los que recuerden esa rica leche de Holanda que se vendía mucho por allá por los 70 y 80 en nuestra Venezuela saudita y que reuniendo un poco la conseguimos por estos lados de la guajira venezolana.
Desde hace tres meses viajo a la frontera con la hermana República de Colombia por el estado Zulia, y la veía (“la vaca”), y de verdad que poco me importaba y mucho menos yo a ella. A la velocidad que pasaba, repito viajando todos los santos días a la frontera, de ida y de vuelta, allí la veía, siempre pastando, si a eso que comía se le podía llamar pasto, pues en realidad es puro monte y culebra, literalmente.
El cuento es que ella que dibuja el paisaje que veo a través de la ventana, mientras pienso en lo grande que es el amor y en la inmortalidad de la vaca, digo del cangrejo. Resulta que por esas cosas de la vida, ella (“la vaca”) y yo estuvimos a la puerta de algún sitio que me imagino es lo que llaman cielo, pues todo estaba blanco y había muchas estrellas.
Ella (“la vaca”) y yo, después de tantas horas de camino recorrido, no tuvimos tiempo de presentarnos y por eso no me queda otra que llamarla “la vaca”, así impersonal y todo, y me da mucha pena pues todo aquel que tiene una vaca le pone algún nombre y a mí no me dio tiempo.
Esta mañana cuando viajaba a la guajira, ella (“la vaca”) decidió cambiar la vía y cruzó el camino dizque para tratar de probar el pasto del otro lado, donde veníamos a eso de 140 kilómetros por hora. Nosotros no la vimos gracias a un imprudente que sí la había visto y la evitó, tapándonos la visibilidad, y en fracciones de segundo, ella (“la vaca”) salió a nuestro encuentro y el chofer solo pudo medio esquivarla para que no nos diera de frente.
Gracias a Dios, a Mi Leya (por si no lo saben así le decía a mi viejita que está en el cielo desde hace 28 primaveras), a mío Pae Xangó, a San Benito, a mi Chinita bella y a todos la legión de santos que mi tía Ivón y mi tía Morocha me tienen “pa que me cuiden”, se los estoy contando a pesar de haber reventado el parabrisas del Mustang sedan, modelo 70, con mi cabeza; de que una compañera que estaba en el vehículo trago vidrios, literalmente, hasta por los ojos; el chofer tuvo rasguños en los brazos y el otro compañero conocido en nuestra Aduana como “El Pastor”, se aferró a la Biblia  que venía leyendo y no le pasó nada.
La que no tuvo la misma suerte que nosotros fue ella (“la vaca”) que en el mismo sitio, tomó el sendero del cielo donde van los animalitos que en medio de su inocencia casi nos matan. A ella “la vaca” mis oraciones y le prometo públicamente que cada vez que vuelva a pasar por allí (Las Pailas Negras), veré al cielo donde sé que estará caminado muy altiva buscando pasto de verdad, verdad.
Estas últimas líneas las quiero dedicar a los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana que a pesar de lo que dicen de ellos, respondieron rápido para auxiliarnos y estuvieron hasta último momento con nosotros para asegurarse que todo había sido un susto…eeelll susto…por allí nos vemos.
 



sábado, 25 de junio de 2011

De El Rodeo a la Copa América 2011

Lo que hemos visto en los últimos días de la situación en el penal de El Rodeo, en mi humilde opinión, deja al descubierto un secreto a voces de una situación que ya es parte del folclor venezolano como es la incapacidad de muchos funcionarios de hacer su trabajo por lo menos medianamente bien.
No quiero entrar en análisis sobre Derechos Humanos Fundamentales de nadie, pues por algo estos señores están allí, y que me perdonen los que han sido privados de su libertad por causas injustas,  que al no tener dinero suficiente para probar su inocencia quedan sin libertad y perdiendo un tiempo de sus vidas que nadie se lo devolverá y que seguro lo llevará al camino de la delincuencia, pues hicieron todos los niveles exigidos en esa universidad del delito que son los penales venezolanos.
No quiero hablar de Derechos Humanos violados pues a muchos se les ha olvidado qué son los Derechos Humanos Fundamentales, así que hablar o escribir de ellos sería un tema de nunca acabar y para qué, para al final caer en cuenta que nadie se explica cuándo comienzan y cuándo terminan las violaciones a los Derechos Humanos Fundamentales, pues nadie asume su responsabilidad y muchos disfrutan incluso con su incapacidad y muchos de esos ni siquiera saben dónde está ubicado el penal El Rodeo, que hoy nos coloca en todo el mundo a todos los venezolanos como salvajes pues ante el mundo aquí todos violamos los Derechos Humanos Fundamentales.
Sea como sea, lo que hemos podido ver de lo sucedido en El Rodeo, por lo menos a quien escribe, le ha hecho ver cuán fácil es ser para muchos más incompetentes e irresponsables y darle argumentos a otros para seguir en lo mismo de hace tiempo… designar una Comisión Especial que “analice” los hechos y con el toque novedoso, de trabajar en equipo con el nuevo ministerio de cárceles, para que al finalizar no encuentren nada y por supuesto ningún culpable.
Ante todo esto, que por cierto no es nada nuevo, digo la lucrativa industria del “Preso INC Corp.” que tantos dividendos genera a unos cuantos, se nos viene encima la Copa América-Argentina 2011. Nuestra Vinotinto, con el señor César Farías en el banquillo técnico (me niego a decirle profesor), una vez más sigue creando ilusiones entre los venezolanos, pues según los expertos, sólo Brasil representa el único escollo insalvable en el grupo donde cayó esta vez.
A partir del 1 de julio comienza el evento futbolístico más viejo del mundo y esta vez tengo que reconocer que hubo una exigente preparación a los que entraron en la convocatoria y como aún no tenemos el Centro de Alto Rendimiento de Margarita listo al 100 por ciento, se fueron a uno en Dallas, Estados Unidos, a completar la preparación.
Ojalá me trague mis palabras, pero sigo sin creer en el esquema táctico de César Farías, pues me ha recordado mucho a la propuesta de Eudomar Santos en la telenovela de Ibsen Martínez en la desaparecida “por ahora” RCTV… Por estas Calles, es decir “como vaya viniendo, vamos viendo” y así no creo que lleguemos muy lejos ni en la Copa ni en las eliminatorias al Mundial Brasil 2014.
No dudo de la capacidad futbolística de nuestros muchachos, eso está comprobado dentro y fuera del país, pero sin un director que lleve la batuta como debe ser, todo ese esfuerzo individual se queda en nada, si no pregúntenle al Maestro José Antonio Abreu y al Maestro Gustavo Dudamel con el Sistema Nacional de Orquestas.
Hasta aquí dirán ustedes: ¿qué tiene que ver El Rodeo y la Copa América?, pues muy sencillo: si logran recuperar el penal, reconstruirlo, “humanizarlo” (no entiendo que quieren decir con “cárceles humanizadas”), allí deberían enviar a varios relacionados con el fútbol nacional, con el manejo de la Vinotinto, con el deporte venezolano en general, pues sin quitarle méritos a los Héroes del 41, ya es hora que tengamos logros en deportes de conjunto en este siglo.
REFLEXIONES SUELTAS
·         Es las discusiones sobre la nueva Ley del Deporte en Venezuela, no he escuchado mencionar a los atletas más allá de su participación en las directivas de las Federaciones y Asociaciones, no he escuchado sobre sus ingresos, su alimentación, su futuro al decidir representar al país y no saltar del casi desaparecido deporte aficionado, al profesional. No he escuchado nada sobre exigencias a las organizaciones a la hora de firmar un muchacho bajo la promesa de hacerlo estrella, cuando por lo general terminan estrellados, de todo eso no he escuchado nada de nada.
·         Felicito al Profe Richard Páez por su renovación con el equipo Millonarios de la Liga Colombiana de Fútbol. Aquí muchos aplaudimos sus éxitos.
·         Me pregunto yo: ¿cuál es la razón verdadera de César Farías para no llevar al Zulia ningún partido de la Vinotinto? ¿Miedo a qué? El pueblo zuliano exige respuestas.

martes, 24 de mayo de 2011

Si no te importa, no lo leas

Hay tantas cosas que quisiera compartir con ustedes que tardaría meses escribiendo, y al final sería tan largo, que seguro muchos no llegan al final de este nuevo capítulo de “por allí nos vemos…”.

Me voy a concentrar en un tema que seguro como no tiene nada que ver la Mesa de la Supuesta Unidad Democrática, ni con el PSUV y su recolección de recursos para garantizar la victoria en la batalla electoral, el que ahora muchos no somos negros, sino Afrodescendientes, simplemente a muy pocos les importará y zas dejarán de leer.

No importa si al llegar aquí ya te aburriste y dejas de leer, de verdad esta vez no me importa, pero quiero hablar de La Guajira, quiero hablar de mis hermanos wayùu. Quiero hablar de la pobreza, si de la pobreza, ese tema que todos conocen, que muchos hablan pero que muy pocos bajan del Olimpo y se llenan de barro para verla de frente.

Estoy en plena frontera con la hermana República de Colombia por los lados del estado Zulia o mejor dicho, por los lados de la República Independiente del Zulia, para más señas entre Colombia y Venezuela, pues. Uno de los puntos donde se unen las tres naciones, perdón ambas naciones y que tiene una particularidad bien interesante, a mi parecer, como es que aquí habitan grupos indígenas cuya frontera no tiene frontera y que desde épocas milenarias han tenido que luchar con los “alijunas” que poco a poco les han quitado terreno.

Aquí conviven varios grupos, pero gracias a Patricia Velásquez, sí  la misma de la Momia 1 y 2, los wayùu, son los más mentados. Mucho se habla de los guajiros, que si son esto, que si son aquello, pero lo cierto que al hablar de ellos, muchos evitan decir que están en el municipio más pobre de América Latina, muchos hablan del contrabando que pasa por las trochas evitando los medio controles que se implementan, pero nadie habla de las distintas formas de esclavitud que en pleno siglo XXI sufren pobladores de este zona, es más, hasta ellos mismo evitan hablar de eso, pero hay que estar aquí para verlo.

En la guajira venezolana, imagínense ustedes, los cinco que me leen, hay niños que no conocen el Lago de Maracaibo, es más, ni Maracaibo y eso que apenas está a dos horas y media. Hay niñas y niños con edades entre 0 y 6 años que hacen una sola comida al día, si los llevan a lo que en el papel se llaman Centros Bolivarianos de Educación Inicial, en el pasado simplemente el Kinder, pues. Cuando no los llevan, lo más seguro es que pasen el día pegados a una teta o simplemente acompañados por perros y moscas, balanceándose en un chinchorro sin nada más en el estómago que lo que comieron el día anterior.

He visto niños de cuatro, cinco y hasta seis años, cuidado si no más, que parecen recién nacidos y todo por qué, pues por no tener una alimentación balanceada como Dios manda.

En el poco tiempo que por voluntad tengo en la Guajira -no me vine castigado, ni cometí ningún delito para que me castigaran- he visto la pobreza y también la falta de voluntad muy de cerca.  La falta de voluntad pues en pleno inicio de la fiesta electoral, nadie ha pasado por estos lados luego de las inundaciones del año pasado y aún sigue lloviendo que es lo peor.

Eso sí, he visto una vallas muy bonitas ellas, que dicen que tal obra es obra de fulano de tal con los recursos que tal ordenó. Pues bien, esa valla ha generado en mi, más rechazo hacia algunas herramientas tecnológicas como el photoshop (foto shoo o foto show), pues la carretera sólo está en la valla…sí, no está hecha como dice la valla y de acuerdo a esa fulana valla, tenemos, no digo una carretera, tenemos una autopista…ve que molleja como dicen en Maracaibo.

Pero no me quiero salir de la carretera donde estaba, les hablaba de los niños y niñas de la Patria, si esas niñas y niñas wayùu que son tan venezolanos como los míos, los suyos, los tuyos, los vuestros. Ver sus miradas inocentes y ávidos de una mano amiga, me ha hecho reflexionar mucho, hasta hoy sólo para mis adentros, y me ha puesto a pensar qué hacer por ellos, cómo hacer algo por ellos.

Eureka, voy a escribir a ver si alguien le importa y me escribe y me dice, que cuando esté por Venezuela, perdón por Caracas, aunque sea una barbie (no importa que no sea nueva, pero que esté en buen estado) me regala para traerla a la frontera. Yo mismo la traigo y junto al Sargento Bracho (sólo lo conocerán así) a la Sargento Quintero, a la Sargento Castro, al Sargento Hernández, al Pavito, a Joel y otros tanto héroes anónimos liderados por “El Coronel”, caminaremos las trochas, con el barro hasta la cintura (no exagero), para dar un poquito de lo que nos sobra (aunque no sobre nada) para estos hermanos de quienes solo se acuerdan cuando vienen las elecciones, momentos que coinciden hasta los que en el terreno político tienen diferencias y no se pueden ni ver.

Con todo esto que les cuento, no pretendo restar importancia a lo que están viviendo otros hermanos venezolanos en otras regiones de Venezuela, pero es que aquí, amigos, amigas, es siempre así, con lluvia o sin lluvia y por eso lo quise compartir con ustedes a ver si a alguien le importa y nos ayuda a hacer algo…por allí nos vemos.