domingo, 23 de septiembre de 2012

No me interesa por quién votas, basta de pendejadas… VOTA¡¡¡



Desde hace días, por no decir años, quería escribir algunas líneas por lo que se viene en Venezuela. Seguro alguno de los lean esto, saltaran a criticar y ponerme etiquetas así que estaré preparado para lo que sea.

Nuestro país sin lugar a dudas es el país más bello del mundo. Dios nos ha premiado con todo lo necesario para ser felices, lo malo es que nunca le prestamos suficiente atención a lo que Dios nos dice o nos trata de decir.   Siempre, sea el Dios que sea, al final es el mismo y único Dios, hacemos todo lo posible por no ver las señales que nos da. Los venezolanos siempre andamos buscando El Mesías que venga y nos salve de lo que estamos viviendo, siempre nos acordamos de Santa Bárbara cuando llueve, pero muchas veces cuando nos piden actuar, participar, incorporarnos, simplemente alegamos, ponemos como excusa, “yo no tengo tiempo”.

El 7 de octubre tenemos otra oportunidad para salir a expresarnos, para salir a Votar, tenemos la oportunidad de salir a decidir el destino de nuestro país. Sí como lo leen, “salir a decidir el destino de nuestro país”. A cada uno le tocará asumir su responsabilidad y escoger la propuesta que más le convenza y en la que más crea. Lo bueno sería que cada uno de los que tienen el derecho a elegir, lo hiciera pensando y no con el estómago, lo hiciera analizando las propuestas, estudiando las oportunidades y buscando la alternativa más coherente.

No sigamos cometiendo los mismos errores del pasado, de irnos a la playa, a la montaña o al campo, justo el 7 de octubre de 2012, justo el día de las ELECCIONES. No sigamos esperando que baje el hijo de Dios, El Mesías, para que arregle lo que usted considere que hay que arreglar. No sigamos jugando al “no me importa, total sin mi voto igual ya ganó”. No busque excusas tales como “total ya el CNE sabe quien ganó”, por Dios, no busque excusas.

Tu Voto es importante, sea por la propuesta que sea, por Dios Vote y sabe por qué, porque si no, estará dejando la decisión, su decisión, en manos de otra persona; estará haciendo lo que seguramente después saldrá a criticar “cómo es posible que ese haya ganado”, mire que después no hay Santo pueda hacer lo que usted no hizo simplemente por flojera, negligencia o por cualquier calificativo que con toda deshonra se ganará.

Si aun con todo y lo que usted ha vivido o con todo lo que aspira vivir, decide dejar en manos de otro el destino de sus hijos, de su familia y de su país, no venga entonces a quejarse por el resultado del proceso, asuma con toda la indignidad (hasta para ser irresponsable hay que tener dignidad) su decisión.

Por allí han dicho que Venezuela se juega su futuro en estas próximas elecciones, estoy seguro que eso es así, es una verdad tan grande como el Lago de Maracaibo, como el Cerro Ávila (me cuesta llamarlo de otra manera), tan grande como el inmenso cielo azul que Dios nos regala todos los días cuando gracias a Él lo podemos ver.

Venezuela se está jugando su futuro, es una frase medio panfletaria que cambiaría por algo así como: los venezolanos se juegan el futuro de su país. No me interesa por quién vote usted, de verdad no me interesa, yo estoy claro por quién lo haré, aquí la cuestión es Votar. No me interesa si al final de estas líneas algunos pretenden abrir un debate político, pues al final Votar es un acto político, lo que no me interesa para nada es si usted elije un Camino con el Corazón en la Mano o decide ser Majunche, Escualido o Chavista, no me interesa y por favor no insista. Yo tengo bien claro que haré frente a esa máquina el domingo 7 de Octubre de 2012 y lo que haré será Votar. Te reto a que no hables tantas pendejadas y también hagas lo mismo, por quien te de la gana, pero Vota…    por allí nos vemos

miércoles, 15 de agosto de 2012

Adiós Londres…bienvenidos golpes de pecho


Una interesante clausura, un paseo por lo mejor de música producida en el Reino Unido con un toque de glamour incluido, fue el marco para decir adiós a los Juegos Olímpicos, Londres 2012.

La fiesta de despedida también sirvió para recordar a los grandes como Freddy Mercury, vocalista de Queen (no de The Beatles, por Dios), Jhon Lennon y su Imagine, el regreso por una noche de las Spice Girl, luego de un año fuera de escenas, George Michael y pare de contar. Sublime fiesta de clausura.

El final también sirvió para dar la bienvenida a la cuenta regresiva para Río de Janeiro 2016. Por cierto que me dejo un raro sabor en la boca el inicio de esa presentación con un hombre negro disfrazado de barrendero bailando samba (de verdad me dio mala espina eso), menos mal que llegó O Rey Pelé y se me pasó el mal pensamiento.

Hasta aquí todo de acuerdo al libreto, pero ahora ya sabemos lo que viene. Se abre un nuevo ciclo para la preparación de los atletas y antes de eso, vendrán las reuniones, las mesas de trabajo, las radiografías, los dimes y diretes, en fin la evasión de responsabilidades por lo que fue y no pudo ser en la participación de nuestros atletas.

Más de lo mismo, que si el Comité Olímpico tuvo la culpa, que si el Ministerio del Deporte, tuvo la culpa, que si Cadivi, que si las entradas, que si las lesiones, que si el entrenador (el que fue y el que no fue), que si esto que si aquello. Total puras excusas y allí están los resultados: 1 medalla y 9 Diplomas Olímpicos.

No se cuándo vamos aprender que a ese tipo de competencias (a ninguna mejor dicho) se puede ir con puro corazón, con puras ganas, con puros sueños. Corazón de sobra tienen nuestros atletas pues si no fuera así, ni de casualidad lograran lo que ellos, ELLOS, logran cuando se colocan la bandera nacional en su cuerpo o en su pecho como ustedes quieran.

Aquel que nunca en su vida ha sido atleta, no tiene ni idea de lo que ellos viven o dejan de vivir para estar allí donde están; número uno del mundo, entre los 10 mejores del mundo y hasta estar en el desfile inaugural de unos juegos olímpicos.  Los atletas se lo han ganado, se lo han sudado y todo gracias al corazón y a sus habilidades en las disciplinas que eligen.



Señores no es fácil estar en la elite del deporte, por algo se llama elite (no me desvíen la cosa que estoy hablando de deportes, allá aquellos que a realazos compran el puesto). La idea no es victimizar a los atletas, pues ellos decidieron ser eso, atletas. La idea es reconocer lo que han logrado y sentirnos orgullosos de ellos pues dejan en alto el nombre de nuestro país en cualquier rincón del mundo. Ahhhh que son rojos, verdes, blancos o el color que sea, eso es otra cosa y eso es problema de cada uno de ellos y de su conciencia.

Criticarlos por sus posturas es caer en lo que muchos critican y entonces es más de lo mismo. Su posición personal no le va quitar el color a la medalla o le va borrar las letras al Diploma, no le va quitar sus habilidades y destrezas y mucho menos el puesto que “con el sudor de su frente” se han labrado.

Lo que si es inaceptable es que grupos se quieran adueñar de una victoria, de un logro, por el que no han trabajado o les han puesto todas las trabas posibles para bloquear el camino que ellos se han ganado. No es posible, sea de quien sea la responsabilidad, que por un miserable boleto, nuestros atletas pierdan la concentración, por la falta de su entrenador de toda la vida, a ese nivel, un atleta se presente solo a la competencia. Eso es inaceptable.

No es posible que días antes de la fecha de inauguración, los atletas hagan uso de las redes sociales para “exigir” la asignación de los recursos para su preparación. No es posible.

No es posible que un atleta llegue a los JJOO lesionado y la delegación se entere el día de la competencia. No es posible.

Ahhh sin contar con lo que pasó con el Tae kwon Do que desde que se inicio como disciplina de exhibición nos dio medallas; ni siquiera pudo llevar representación a la cita londinense y el Polo Acuático que ni pudo salir de Maiquetía a buscar su cupo a los Juegos y ahora hasta suspendido está.

Así dudo que sigamos acumulando medallas en la cantidad que soñamos, dudo que la cosecha en Juegos Olímpicos siga creciendo como la de Colombia por ejemplo y estoy seguro que seguiremos dependiendo del inmenso corazón, el orgullo y la garra de esas muchachas y muchachos que dejan todo, sí todo, por representar a nuestro país en cualquier parte del mundo.

A ellos, los atletas venezolanos, mi respeto y mi agradecimiento y si son o no rojos, blancos, verdes, azules o lo que sea, es su problema y allá ellos con su conciencia.

jueves, 26 de julio de 2012

A la Caracas que no extraño


Caracas está cumpliendo 445 años y nunca me hubiese parado a escribir nada de ella, pues a pesar de que fue la ciudad donde nací, solo me motiva lo que extraño a mi familia y al majestuoso Cerro Ávila, que me niego llamarlo Wuarairarepano (y que me perdonen mis ancestros indígenas).

Sí, es la capital de Venezuela y sí, está cumpliendo años, pero ¿cómo voy a extrañar una ciudad que para ir de un lado a otro te toma más de una hora?, ¿cómo voy a extrañar una ciudad que cada día es la prueba más clara de la polarización que existe en Venezuela? pues una cosa es de Plaza Venezuela al Oeste y otra es de Plaza Venezuela al Este o el Suroeste, como le quieran llamar.

Algunos se han empeñado en dividir a Caracas en una ciudad con habitantes, sin tener claro quienes, son de primera y otros son de segunda. Algunos se han empeñado en castigar a los que piensan distinto y los que piensan distinto a ver a los que no piensan como ellos, como enemigos y “potenciales invasores”.

Ya ni en el Metro se está en paz, muy lejos quedó aquello de sus inicios, donde los caraqueños que atravesaban la ciudad, asumían una conducta digna del primer mundo al descender las escaleras mecánicas que funcionaban. Ahora, por eso cuando visito Caracas, ni lo uso. Allí se refleja lo que es Caracas hoy.

No voy a negar que extrañe algunas cosas, pero muchas de ellas son del pasado, un pasado que como tal allí siempre estará. Extraño mis días en Radio Difusora Venezuela y cuando salía de la guardia y me podía ir hasta Sabana Grande y caminar descalzo hasta Chacaito, si como lo leen descalzo, sin zapatos, con ellos en la mano, para tomar la camioneta que me llevaría hasta El Hatillo. Extraño el Cineauto La Boyera, los de El Cafetal (no se dice del Cafetal ok), extraño mi colegio La Salle Tienda Honda, extraño mis años en la Casa que Vence las Sombras, mi amada UCV, extraño RCR, Jazz 95.5, pero lo que más extraño de todo, es a mi Leya (mi abuela paterna, mi mamá).

Con mi Leya recorrí las calles de Caracas, conocí el Teatro Municipal, La Catedral, La Plaza Bolívar, la esquina de La Pelota (allí estaba un almacén donde había muchos juguetes), La Candelaria y ni que hablar de los planes vacacionales en el Teatro Tilingo (cerrado este año) en la Biblioteca Mariano Picón Salas del Parque Arístides Rojas donde descubrí mi pasión por la radio y por lo que es mi vida…el Periodismo.

Hoy al cambiar el Ávila por el bello Lago de Maracaibo, lo poco (aunque la verdad es mucho) que extraño de Caracas, es mi familia. Aunque hable todos los días con mis tías, chatee con mi papá y de vez en cuando con mi hija Alejandra, y mucho menos con mi chamo Samuel, es lo único que extraño de Caracas, pues no puedo extrañar el caos, la polarización, el desorden, el empeño de algunos que aún dicen “Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra”.

No puedo extrañar que algunos se empeñen en destruirla y promuevan la construcción de adefesios y derriben la historia como si con eso la fuesen a borrar. No puedo extrañar que si vives en tal o cual lugar eres mejor o peor persona. No puedo extrañar que si no estas en tal o cual “bando” eres un traidor, un vendepatria, un lo que sea. No puedo extrañar nada de eso.

Aunque no extrañe nada de lo que tiene Caracas, igual le deseo cumpleaños feliz y desde lo más profundo de mi corazón espero que nunca le quiten el Ávila, no sólo por ser un pulmón vegetal, sino por lo que significa en la mente y en el corazón su imagen, para los que tomamos otro camino en busca de la felicidad.